¿De verdad soy el único al que la novela Los hombres que no amaban a las mujeres le parece la ensoñación de un cincuentón salido?
El protagonista está divorciado, pero se lleva bárbaro con su ex; tiene una hija adolescente a la que apenas ve y con la que se tiene una relación estupenda; fue novio y se sigue acostando con su socia y jefa, casada, con la que mantiene una gran amistad; se tira a la protagonista, la tipa más rara de Escandinavia y todo va mejor entre ellos; y se folla a la cincuentona que aparece milagrosamente desde Australia, con la que tiene buen rollo y que le invierte en un negocio.
Ese personaje es la fantasía de quien no se ha comido más de dos colines en su puta vida, no entiende a las mujeres y se deja transparentar tanto que da cosa.