NO TIENES NI IDEA

Digo que sí pero sólo quizá se dónde estamos. Por la ventana sacas la mano y juegas a que el viento la suba y baje, y en ese momento tienes quince años. Detrás, con el ruido, quedan nubes de polvo blanco y montones de baches que se notan menos si vas muy rápido. Te miento que ya pronto llegamos y no pararé a preguntar porque moverme, movernos, me parece lo mejor que tenemos.

Me gustan tus gafas que te quedan tan grandes, y la camiseta, y las chanclas. Y es que hay días que, aunque te vistas, caminas desnuda desde que sales hasta que vuelves a la cama. Me gusta tu gusto de ponerte esas cosas, o media talla menos o siete mas grandes. Mis camisas, mis pañuelos, mis cazadoras y usar mis toallas, mis hojas de afeitar y tener que dejarme barba. Así eres tu, como yo pero mejor. Por la radio suena Eric Burdon y se mueven tus pies y tarareas melodías pensadas para locales oscuros y haces que brillen, desafían al sol, como relámpagos. No sabes, no tienes ni idea, de la magia que haces.

Me siento ardiente, fluorescente, telescópico y fotovoltáico, y es por ti toda esta carretera, sin señales, sin asfalto, con baches, caliente, interminable, es por ti que voy perdido pero a cien buscando la arena blanca, suave, solitaria y nudista, que prometo tendrás. Una playa en la que sólo tu y el sol os podáis bañar.

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