Camino y llueve con la indiferencia que la naturaleza muestra por sí misma y los bichos que la habitamos. Rebusco intentando encontrar esa misma longitud de onda, ponerme en el estado de ánimo de esas nubes a las que le importamos nada, a las que ni su propia existencia les consta y mucho menos inquieta. Hay mucho más de lo que podemos recordar. Hay mucho más de lo que podemos entender.