SENTIMIENTO Y RAZÓN

El coño, con sus vueltas, revueltas, pliegues, complejidades y usos variados es esencialmente contradictorio y sentimental. El coño es voluta, exceso, adorno y efecto. Es trampantojo barroco. El culo, por contra, es visualmente comprensible, anatómicamente adaptado a su única función, de operación sencilla y evidentemente racional. El culo huye de la confusión y se muestra tal cual es: Bauhaus.

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