El mar es una promesa sólo para los desesperados, pero empezamos a estarlo y necesitamos una bandera, quizá pirata, bajo la que dar rienda suelta a la rabia aún a riesgo de la muerte y el deshonor, o tal vez para empezar a buscarlos conscientemente.
Momentos estelares en temporada baja.
El mar es una promesa sólo para los desesperados, pero empezamos a estarlo y necesitamos una bandera, quizá pirata, bajo la que dar rienda suelta a la rabia aún a riesgo de la muerte y el deshonor, o tal vez para empezar a buscarlos conscientemente.