El Test de Turing de los pueblos reciclados o rehabilitados o repoblados se encuentra en la existencia de tonto del pueblo. Al igual que la posesión de las cartas fueras para Villas y Ciudades, la existencia del cargo, aunque se halle temporalmente vacante, es condición necesaria para ostentar el título.
Podemos afirmar que es el de tonto un cargo consuetudinario, cubierto por consenso popular, de facto vitalicio, no pensionado y que en sus notas esenciales es híbrido de los más formales de “Persona non grata” e “Hijo predilecto”, poseyendo características de uno y otro en proporción variable. Normalmente se cubre por concurso de méritos aunque lugares hay en los que parece hereditario, lo cual suele ser un simple espejismo. Los puestos no se heredan pero los carismas que te pueden llevar a ellos sí.
No es arriesgado afirmar que sin tonto del pueblo un núcleo nuevamente habitado no es pueblo, quizá una colonia de vacaciones, un experimento social en marcha o un kibutz perroflauta. Por ello, quien en uso de la infinita capacidad de errar inherente al ser humano pretenda la resurrección de sus cenizas de un pueblo abandonado, bien que sea por necesidad o vicio, ha de contar con el concurso de un tonto. Sin un tonto una comunidad humana no tiene en quién mirarse, de quién cuidar colectivamente y, lo que es tan importante o más, adolece de chivo expiatorio. Los tontos sirven a múltiples propósitos y si Dios, en su infinita sabiduría, los puso a deambular sobre la faz de la tierra sus razones tendría y quiénes somos nosotros para cuestionar sus designios.
Por ello los tontos han de ser acogidos en el seno de la comunidad como bendición y carga, como penitencia y desahogo. Así ha sido siempre y entretanto el hombre siga siendo quien es así será. Tal como hay sitios donde los vecinos han matado al tonto otros ha habido en los que los vecinos por un tonto han matado. Así son las cosas, más o menos, y, por si sirviera de ejemplo y enseñanza, traigo a la memoria al Parvo de Bidueiros, del que habló mucho Cela. Era hijo bravo del cura de San Miguel de Buciños, aquel que gastaba un carallo descomunal, según dicen, y murió ahorcado de un carballo pero no lo hizo él que fueron los vecinos. Pero no por malquerencia, enemistad o venganza, sino por probar cómo era eso de dar matarile a un prójimo, que la curiosidad y el aburrimiento son cosas que mezclan bien pero de ordinario traen desgracias. Yo, que también sé cosas, puedo decir que al Parvo de Bidueiros le dieron sepultura en sagrado, que qué culpa iba a tener él de suicidarse por consenso vecinal, y tuvo un cortejo con mucha pompa y circunstancia, como los de antes. Llevaron la caja seis a hombros, en lugar de ponerlo en un carro, y en cada cruce de cada corredoira paró la comitiva para echarle un responso, aunque no hubiera cruceiro o peto de ánimas. Aunque para quienes leen las escrituras literalmente esto no tiene perdón de Dios uno no puede negar que, mal que bien, ahí había un respeto y un cariño.
En la ciudad adoptiva que me acoge hay una bonita palabra —adoptada del castellano pero que ha adquirido carga semántica propia— para designar a aquellos que se distinguen por una fama risible, zelebre (léase xelebre). La palabra puede utilizarse también para designar a los tontos del pueblo, pero sólo con la condición de que sean también graciosos, extravagantes y/o borrachines.
Aquí en este pueblo de la France, abundan mucho los subnormales, algún sin techo que le da bien al frasco, y punks titiriteros de paso, incluso un joven tatuado todo de verde con dos cuernitos y todo, pero no se adopta a nadie, ni se oficializa la tontera.
Igual es que este ya es pueblo grande y las cosas no están para grandes alardes.
Cristianos viejos quedan pocos, y misa ya sólo en una de las iglesias pero sin cura fijo.
Lo que si han heredado de pasadas generaciones es mucho cojo…un catálogo de todas las cojeras posibles.
Incluso andares con gracia tiene alguno.
Como decía mi viejo…no te fíes de los cojos, y de los tontos pa qué…
Aquí no nos hace falta BLADE RUNNER…pero una manifa que pasa por delante quiere «moins travailler pour la retraite» todos tienen unos treinta o así…igual estos si que pasan por máquinas…