Todos los días son lunes uno de enero si no tomas determinaciones y consecuentes acciones para evitar tamaña desgracia. Los peores días son los que preceden o suceden a los aciagos o los felices, los días vacíos, los ausentes, los en nada memorables. En esos días de anhelo, desasosiego, luto o resaca se nos va la vida como espacios en blanco entre las notas de una melodía desconocida.