Con lilas llenas de agua,
le golpeé las espaldas.
Y toda su carne blanca
se enjoyó de gotas claras.
—Juan Ramon Jimenez
Momentos estelares en temporada baja.
Con lilas llenas de agua,
le golpeé las espaldas.
Y toda su carne blanca
se enjoyó de gotas claras.
—Juan Ramon Jimenez
Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu tráquea elegante y anillada.
Canto a tu masa intestinal rosada,
al bazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.
Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.
Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos…
Yo soy un sapo negro con dos alas.
— Baldomero Fernández
«Sentir en todo nuestro ser un incendio, un calor absoluto, notar que brotan en nuestro interior llamas voraces, no ser más que relámpago y resplandor: eso es un baño de fuego.»
— E.M. Cioran
«Mi padre, no, mi madre, no dejaba de importunar a mi padre, preguntándole si la quería. Mi padre quería a mi madre, así que le respondía que sí, que la quería. Sin embargo, mi madre no le creía, o si le creía, hacía como que no le creía, y le pedía constantemente pruebas –en esto se resumía dicha importunidad–, y por ejemplo le preguntaba –el 25 de Abril– si podía asegurarle que la querría todavía el el 5 de Mayo. Mi querido padre sacaba la agenda.»
— Péter Esterházy – Armonía Celestial
Sé que fuiste tú Fredo, me destrozaste el corazón…
¡Me destrozaste el corazón!
-El Padrino
Ezequiel, 25-17:
El camino del hombre recto está por todas partes rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malvados.
Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque es el autentico guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos.
¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé, cuando caiga mi venganza sobre ti!
«Mi ricordo un articolo su una dieta in una rivista medica. (…) La signorina X era stata a una dieta rigidissima di 600 calorie al giorno per settimane e settimane, e non riusciva ugualmente a perdere peso. Da principio il medico, perplesso, pensava che la ragazza barasse, e così le fece fare una lista dettagliata di tutto quello che mangiava. Non sembrava proprio che ci fossero trucchi. “È sicura di aver segnato proprio tutto quello che ha inghiottito?” le chiese. “Tutto quello che ho inghiottito?” chiese lei. “Sì – disse il medico in tono severo”. “Non avevo pensato che anche quello potesse contenere delle calorie” disse la ragazza. Beh, fatto sta che la ragazza era una prostituta che inghiottiva da dieci a quindici boccate di sperma al giorno. (…) Quante erano le calorie? Non ricordo. Ma dieci o quindici boccate di sperma corrispondevano circa a un pasto di sette portate alla Tour d’Argent, anche se, naturalmente, si veniva pagati per mangiare, invece di pagare. E tutta quella povera gente che muore di fame per mancanza di proteine in tutto il mondo. Se soltanto sapessero. Si potrebbe risolvere il problema della fame in India e contemporaneamente quello della sovrappopolazione… tutt’e due in una boccata sola!».
1973.paura.di.volare@erica.jong