Japoneses y koreanos, primos hermanos, dicen los chinos. Y se ríen de ellos porque no hay quien los distinga. Tienen la misma facha, me explican, como si no fuera evidente, la misma ordinariez en el vestir, y tal. Y un acento parecido que a ellos les suena ridículo.

Estas cosas os las cuento tal y como me las cuentan. Porque soy el primero que no los distingue. La verdad, ni siquiera estoy seguro de que quien me relata esas maledicencias sea verdaderamente chino. Puede ser perfectamente un infiltrado de la inteligencia japonesa. O surcoreana. O, puestos a creer en teorías conspirativas, vietnamita. Yo que sé.

Todos decimos que la creatividad mola. Que el fruto de la creatividad es lo que hará diferente el futuro. Somos muy conscientes de que dependemos de lo que mentes creativas encuentren para nosotros, si queremos vivir mejor mañana. En el peor de los casos esos hallazgos nos harán falta para sobrevivir. La gente inquieta, inconformista, aquella que advierte la importancia de los detalles mínimos, la que tiene más dudas que certezas, la que quiere saber todos los porqués, cambiará el mundo para nosotros. Esto lo sabemos. Lo hemos visto ya.

Pero ese tipo de gente, precisamente por ser creativa, es molesta. Son los que cambian las cosas, casi siempre sin un plan. Los que no aceptan que las todo se haga como siempre porque si. Los que prueban y se equivocan y la cagan. Los que alteran el orden normal de las cosas. Los que retan constantemente a los que les rodean con ideas nuevas, con recetas nuevas.

Esa gente es molesta. En el ejército es letal. No hay margen para romper el orden. En una empresa, por mucho que lo oigas decir, nadie aprecia la creatividad. Ni en las más innovadoras. En Apple, con certeza, un porcentaje mínimo de empleados son llamados para ser creativos. Sin un orden férreo la creatividad de unos pocos jamas llegaría a materializarse en producto. Por muchas mejoras que los empleados de los niveles inferiores pudieran aportar a la producción, realmente una empresa no está para hacer las cosas mejor, sino para ganar dinero. Apple y cualquier otra empresa “creativa” la aprecia de forma limitada y controlada. Lo justo y necesario. Poco.

¿Y en los colegios e institutos? Debería ser diferente. No hay objetivos comunes. No hay una participación en una empresa común. El aprendizaje es individual, aunque se haga en grupo. El que un alumno se disperse buscando no debería alterar el curso del aprendizaje del compañero. El grupo no sufre como sufriría si un resultado común dependiese del trabajo coordinado. En definitiva hay margen para ser creativo sin que sea necesario sancionar esas conductas, erradicarlas, en aras de un objetivo superior.

 «Creativity: Asset or Burden in the Classroom?».  Erik L. Westby, V. L. Dawson, Creativity Research Journal,  1995, Vol 8, No 1.1–10.

One of the most consistent findings in educational studies of creativity has been that teachers dislike personality traits associated with creativity. Research has indicated that teachers prefer traits that seem to run counter to creativity, such as conformity and unquestioning acceptance of authority (e.g., Bachtold, 1974; Cropley, 1992; Dettmer, 1981; Getzels & Jackson, 1962; Torrance, 1963). The reason for teachers’ preferences is quite clear —creative people tend to have traits that some have referred to as obnoxious (Torrance, 1963). Torrance (1963) described creative people as not having the time to be courteous, as refusing to take no for an answer, and as being negativistic and critical of others. 

 […]

Impulsivity, risk taking, independence, and determination may not be the most positively viewed characteristics of children given the teacher’ s goals of maintaining order and attending to multiple children. 

[…]

Despite the long history of research indicating that teachers do not value creative traits in students, teachers report that they value creativity in the classroom. For example, Feldhusen and Treffinger (1975) reported that 96% of teachers surveyed felt that daily classroom time should be devoted to the promotion of creative thinking. How are we to interpret this apparent conflict between teachers’ self-reports and previous findings? One interpretation is that teachers, knowing that creativity is generally held to be an important goal of education (e.g., Torrance, 1965), are giving the “right” answer, but not the real answer, when asked about their liking for creative students. 

[…]

Given that research and theory (e.g., Harrington, Block, & Block, 1987) suggest that a supportive environment is important to the fostering of creativity, it is quite possible that teachers are (perhaps unwittingly) extinguishing creative behaviors.

[…]

As in previous research, the teachers in the present investigation appeared to have a negative view of characteristics associated with creativity. This in turn suggests that schools may provide an inhospitable environment for creative students.

[…]

First, teachers’ unwelcoming attitudes may alienate children from formal education. It has also been clearly demonstrated that children’ s performance is affected by teachers’ attitudes toward them (Brophy & Good, 1970; Kenealy et al., 1991; Rosenthal & Jacobson, 1968). A second possible outcome is that teachers’ dislike of behaviors associated with creativity leads to the extinction of those behaviors. Thus, potentially creative students might learn to conform so as to improve the teacher-student relationship. This attempt to appease the teacher and do better in the classroom could cause children to suppress the very characteristics that make them creative.

Leo este post de Cristian Campos y recuerdo el ensayo de Zaid, “Los demasiados libros”.

Se decidió alfabetizar a la gente pensando que los porcentajes de lectura se iban a disparar. Y efectivamente aumentaron considerablemente. Pero al tiempo el número de libros publicados se multiplicó. Estratosféricamente. De libros malos, porque el porcentaje de obras maestras no ha aumentado como debiera. Read More →

Antes la apreciación del arte, de la cultura, se basaba en el estudio y la reflexión sobre los distintos modelos. La contemplación. Hoy se trata de escoger a toda velocidad, a simple vista, con una sola mirada, lo que pudiera valer la pena de entre una avalancha de mediocridad y posponer su contemplación para un futuro que auguramos aún más lleno de oferta. A este remolino estúpido aportan su granito de arena aquellos que pretenden añadir complicidad con el espectador, su intervención. Añaden una capa de complicación que pretende acercar a la obra y en su lugar produce rechazo. Ni siquiera me queda el consuelo de que me guste superficialmente, apresuradamente. ¡Tengo que fijarme porque me lo exigen! No me queda la elección de posponer el juicio. Teme el artista que me olvide de su obra mediocre y nunca llegue a contemplarla en un momento futuro. Pedante neurótico. Las olvidare todas. No te esfuerces.

Franco, dicen, ha muerto. Saltó la noticia estos días. Yo recordaba haberla visto ya en una televisión en blanco y negro un noviembre gris de mi infancia, pero se ve que no. Lo han encontrado, ahora, achuquelao en un zulo en el valle de los caídos. Muerto, eso si. Conservadillo, también. El frío de la sierra cura y conserva, aún sin salazón, las carnes porcinas y también los jamones y tal.
JL, que se va ordenadamente con un revuelo de subsecretarios reuniéndose —no me lean subsectarios, aunque alguno puede—, rinde el último servicio al país dando a conocer el pasmoso descubrimiento hecho por otro comité de hombres y mujeres sabios y prudentes, adecuadamente recompensados por ello. Nos hace saber, tomar conciencia e invita a asumir que Franco ha muerto. Yo, como hago con todos los remakes, voy a esperar a ver qué dice la crítica, porque siempre me defraudan. Suelen ser un sacaperras organizado con actores segundones, muchos efectos especiales y banda sonora pegadiza. Lo mejor suele ser una gachí enseñando, que eso siempre vende y es atemporal. Si el director es bueno a veces suena la flauta. Pero. Read More →

Coño, que me acabo de enterar que va a haber elecciones! Y ahora que miro alrededor anda todo el mundo revolucionado. Unos para un lado y otros para otro. Y unos mas que otros, para decir la verdad. Yo veo a los políticos y pienso en las putas. Y me explico, que si no va a parecer que los saludo mucho entrando y saliendo de puticlús. Follar debería ser voluntario. Hasta ahí todo el mundo de acuerdo. Además, menos los chulos, todos prefieren que sea gratis. Read More →

Hay una nueva categoría en el cine, y son las películas «recomendadas para la igualdad de género”. En el Ministerio han hecho toda una normativa, ahora que no hay grandes preocupaciones y lo de gobernar está apacible. Algunas películas van a ser etiquetadas como buenas desde el punto de vista del género. Las otras, el resto, pues no. Inmediatamente, nada más conocerse este arriesgado movimiento de nuestro Gobierno de España, y como no hay acción sin reacción, las bolsas han subido en toda Europa. Y la prima de riesgo anda como más relajada, más suelta, ella. Somos la envidia del continente, en este instante. Y es que es una suerte tener unos gobernantes que se preocupan por nosotros. Que se desvelan por castigar a los malos y premiar a los buenos. En todas las cosas. En la carretera, en internet, en el cine, en… en todo, vaya. Es una suerte.

Esas películas no tendrán un premio especial —por ahora no andamos bien de pasta por lo de la crisis y tal— y los directores, actores y demás tendrán que conformarse con saberse buenos y reconocidos en su bondad. Buenos de género. Esa etiqueta, como los rombos de antes, la dará un comité. Un jurado de hombres y mujeres buenos y sabios, debidamente recompensados por su bondad y sabiduría, decidirá quien o quienes podrán decir con orgullo mi film es gender friendly o así.

Lo que no  se yo es qué película que no sea de dibujos animados va a cumplir los requisitos para lucir el galardón. Las que llevan todos los premios en los festivales, es decir, las de directores iraníes, iraquíes y tal no valen. Mucha simpatía pero todas las mujeres con velo. El cine negro, eliminado todo él de un plumazo. Sin una mala mujer, atractiva, fría, calculadora, no hay género. Género negro, digo. Las del far-west, fuera. Y las de guerra y las de época y las de princesas y príncipes. Eróticas, pornográficas y explotadoras de la mujer, fuera también. Todo lo japonés, con lo pervertidos que son ellos, con montones de colegialas atadas, eliminado. Los indios hacen un cine chulo pero claramente machista. Peligroso incluso porque la sumisión de la mujer es sutil. Todo Disney es despreciable para estos menesteres. En general todo lo rodado antes del 2000, por poner una fecha razonable, es sospechoso, muy sospechoso.

Yo soy un pesimista, no un optimista antropológico, y seguramente es eso lo que me impide verle a esto todas sus potencialidades, que seguro que las tiene. Y ese mismo pesimismo me impide ser justo y sabio y ser adecuadamente recompensado por ello.